Siguendo la tradición, en estas fechas bajo hasta la playa para darme un baño. Es una forma de dejar atrás lo pasado y afrontar lo que está por venir con sentido, propósito y esperanza. El 2017 lo afronto con EUDAIMONIA.
Es un termino acuñado por Aristoteles quien decía que eudaimonia es la plenitud de ser que se alcanza mediante la práctica de la virtud.
Es quejarse menos y confiar y amar más. Es vivir con honestidad, asumiendo la propia responsabilidad.
Es dejar de ser un mero espectador de tu propia historia y asumir el protagonismo en ella.
Es hacer felices a los que más felices te hacen.
Es construir de lo que tienes, en lugar de sufrir por lo que no tienes.
Es contar siempre contigo.
El 2016 ha sido un año que siempre recordaré. He vivido el cambio de ciclo con muchos regalos y una gran pérdida. La de mi padre.
Me hubiera gustado estar más cerca de él todos estos años. Haberlo llamado mucho más. Haberlo escuchado más. Haberlo abrazado más.
Pero me conformo por haber cumplido una cosa que siempre me pedía: haber vivido mi camino.
Creo que lo he podido hacer con eudaimonia. Espero haber vivido con propósito y virtud los retos que iba encontrando. Espero poderlo hacer mejor en el Año Nuevo.
A todos vosotros, querido amigos, os deseo lo mismo.
¡Un fuerte abrazo desde Suecia!
PD. Ojalá el año que viene esté en Caribe por estas fechas 🙂
Boris Matijas 